El insomnio es un trastorno del sueño común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por la dificultad para conciliar el sueño , mantenerlo o despertarse temprano y no poder volver a dormir. Esta condición puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la padecen, afectando su salud física y mental. Entre las diversas opciones de tratamiento disponibles, la psiquiatría y la Terapia de Estimulación Magnética Transcraneal (TMS, por sus siglas en inglés) han surgido como una combinación efectiva para abordar el insomnio crónico.
El camino para volver a dormir
La TMS es una técnica no invasiva que utiliza campos magnéticos para estimular áreas específicas del cerebro. Si bien se ha utilizado tradicionalmente para tratar trastornos psiquiátricos como la depresión resistente al tratamiento, se ha descubierto que también puede ser beneficioso en el tratamiento del insomnio crónico. La terapia se administra bajo la supervisión de un profesional de la salud mental especializado en TMS.
¿Sospecha tener algún trastorno del sueño?
El insomnio crónico a menudo está relacionado con problemas de regulación del estado de ánimo, como la ansiedad y la depresión. Aquí es donde la psiquiatría juega un papel fundamental. El psiquiatra realiza una evaluación exhaustiva del paciente para determinar si existe una causa subyacente de su insomnio, como trastornos de ansiedad o depresión. Si se identifica una afección psiquiátrica, el tratamiento de esa afección puede ser la clave para mejorar el sueño del paciente.
La TMS se utiliza en casos en los que el insomnio persiste a pesar de abordar las causas subyacentes de salud mental. La terapia se centra en la estimulación de las áreas del cerebro responsables de regular el sueño y el estado de ánimo. La TMS se considera una opción segura y bien tolerada para el tratamiento del insomnio, con efectos secundarios mínimos en comparación con otros enfoques.
Es importante destacar que el tratamiento del insomnio es altamente personalizado. No existe un enfoque único que funcione para todos los pacientes, y es fundamental trabajar en estrecha colaboración con un psiquiatra especializado en trastornos del sueño para determinar la mejor estrategia de tratamiento. Esto puede incluir la combinación de terapia de conversación, cambios en el estilo de vida, medicamentos y TMS, según las necesidades individuales.