“Me cuesta conciliar el sueño ”, confiesa Conty Ganem, notera de “Primera Plano” que el miércoles por la noche durmió conectada a 18 electrodos a su cuerpo por una polisomnografía que se realizó para empezar a tratar su insomnio severo.
“Me despierto unas cinco veces durante la noche. Trato de acostarme a más tardar a las 23 horas y mi despertador suena a las 8.30, pero me despierto y siento que tengo toda la pila. Me demoro como una hora a hora y media en volver a quedarme dormida. Me doy muchas vueltas en la cama. Como una escalopa, además sufro de “bruxismo”, describe.
¿Sospecha tener algún trastorno del sueño?
¿Qué haces cuando te despiertas?
Agarro el celular, me pongo a revisar si tengo mensajes de Whatsapp, Facebook, Instagram (@contyganem) y las cinco vidas (en el juego) Candy Crush. En lo laboral no me ha afectado, nadie se imagina que casi no duermo. No ando como zombie ni nada.
Lo raro es que me cuido, no veo tele de noche y mi última comida es a las 7, que es sólo una ensalada más una proteína. Especialistas de Clínica Somno fueron a realizarle una polisomnografía a su casa a Ganem “Se demoraron una hora en ponerme todos los electrodos con hartos parches para que no se muevan, pero no molestan, sólo se siente raro saber que una está tan conectada.
Los ratos que dormí ni me acordé de los cables”, detalla. Pedro Moya, neurólogo de Somno, explica que el examen “es un estudio donde se registran las etapas del sueño , respiración, latidos y oxigenación. Los electrodos van a una máquina que va con un cinturón…”. Y agrega que, “la garantía de la higiene del sueño no garantiza que el insomnio no aparezca, puede ser por factores genéticos o enfermedades. También puede existir una apnea , aunque no ronque, o el síndrome de piernas inquietas”.