Los patrones de sueño en los niños no son estáticos; evolucionan a medida que los pequeños crecen y alcanzan diferentes etapas de desarrollo. Comprender estos cambios es esencial para los padres y cuidadores, ya que pueden afectar significativamente la calidad del sueño de los niños y su bienestar general. Aquí, exploraremos cómo cambian los patrones de sueño en diferentes edades y qué esperar, con valiosa información proporcionada por neurólogos especializados en trastornos del sueño infantil.
Recién nacidos (0-3 meses)
Durante los primeros meses de vida, los recién nacidos experimentan ciclos de sueño y vigilia muy irregulares. Duermen aproximadamente 16-20 horas al día, pero en intervalos cortos, ya que necesitan despertarse para alimentarse y cambiar pañales. Los neurólogos explican que a esta edad, los bebés aún no han desarrollado un ritmo circadiano estable, lo que puede ser un desafío para los padres.
Bebés (4-11 meses)
¿Sospecha tener algún trastorno del sueño?
A medida que los bebés crecen, sus patrones de sueño se vuelven más predecibles. Comienzan a dormir durante períodos más largos durante la noche, aunque aún pueden despertarse para alimentarse. Los neurólogos sugieren establecer una rutina de sueño constante para ayudar a los bebés a aprender a conciliar el sueño por sí mismos.
Niños pequeños (1-2 años)
En esta etapa, la mayoría de los niños duermen aproximadamente de 11 a 14 horas al día, con una siesta diurna común. Los patrones de sueño nocturno suelen volverse más regulares, pero pueden surgir problemas de sueño , como pesadillas o terrores nocturnos. Los neurólogos aconsejan mantener una rutina y un ambiente de sueño consistentes.
Edad preescolar (3-5 años)
Los niños en edad preescolar generalmente necesitan de 10 a 13 horas de sueño por noche. Las siestas diurnas a menudo disminuyen, y los patrones de sueño nocturno son más estables. Los neurólogos indican que es importante monitorear la calidad y duración del sueño para garantizar que los pequeños estén descansados y alerta durante el día.