Los nutricionistas entendemos que la calidad del sueño es fundamental para la salud y el bienestar en general. Uno de los aspectos clave que influyen en nuestro ciclo de sueño y vigilia es la serotonina, un neurotransmisor esencial. En este artículo, exploraremos cómo esta afecta nuestro sueño y cómo la nutrición puede desempeñar un papel importante en su regulación.
Serotonina: El neurotransmisor del bienestar
La serotonina es conocida como el “neurotransmisor del bienestar” debido a su influencia en el estado de ánimo y la sensación de felicidad. Pero también desempeña un papel crítico en la regulación del sueño . El cerebro convierte el triptófano, un aminoácido esencial que obtenemos de la dieta, en serotonina.
¿Sospecha tener algún trastorno del sueño?
Incorporar alimentos ricos en triptófano en tu dieta puede ayudar a aumentar los niveles de este neurotransmisor. Algunas fuentes de triptófano incluyen el pavo, el pollo, los huevos, los lácteos bajos en grasa, las nueces y los plátanos. Estos alimentos pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo y contribuir a un mejor ciclo de sueño .
Regulación del ciclo de sueño y vigilia
La serotonina está involucrada en la regulación del ritmo circadiano, que es nuestro reloj biológico interno que controla el ciclo de sueño y vigilia. Un equilibrio adecuado de serotonina ayuda a mantener un ritmo circadiano saludable, lo que facilita la conciliación del sueño por la noche y la sensación de alerta durante el día.
Por otro lado, la exposición a la luz natural durante el día también influye en la producción de serotonina y en la regulación del ritmo circadiano. Pasar tiempo al aire libre y recibir luz natural durante el día puede ayudar a mejorar el sueño nocturno.
Estrés, ansiedad y serotonina
Consulta con un nutricionista
Finalmente, si tienes dificultades para conciliar el sueño o sufres de Insomnio Crónico, considera consultar a un nutricionista o a un profesional de la salud. Estos profesionales pueden ayudarte a diseñar un plan dietético específico para mejorar la producción de serotonina y, en consecuencia, tu ciclo de sueño y vigilia.