COVID-19 es una enfermedad respiratoria causada por el virus SARS-CoV-2. El virus se transmite principalmente de persona a persona a través de gotículas respiratorias que se liberan cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. También se puede propagar por contacto cercano con una superficie contaminada y luego tocarse la boca, la nariz o los ojos.
Estudios y cifras sobre la relación entre los ronquidos y COVID-19
Según un estudio reciente publicado en el Journal of Clinical Sleep Medicine, los ronquidos podrían ser un signo temprano de COVID-19 en algunas personas. Los investigadores analizaron a pacientes con COVID-19 que ingresaron al hospital y descubrieron que el 71% de ellos reportaron ronquidos, en comparación con el 27% de los pacientes sin COVID-19.
¿Sospecha tener algún trastorno del sueño?
Además, otro estudio publicado en la revista Sleep and Breathing encontró que las personas con COVID-19 que roncaban tenían una probabilidad significativamente mayor de requerir tratamiento en la unidad de cuidados intensivos (UCI) en comparación con aquellos que no roncaban.
A nivel mundial, se estima que más de 200 millones de personas han sido infectadas con COVID-19 y más de 4 millones han muerto debido a la enfermedad.
¿Por qué los ronquidos pueden ser un signo de COVID-19?
Los ronquidos podrían ser un signo temprano de COVID-19 debido a que la enfermedad puede provocar inflamación y obstrucción en las vías respiratorias, lo que hace que sea más difícil respirar durante la noche y aumenta el riesgo de ronquidos.
Además, la fatiga y el estrés que a menudo acompañan a COVID-19 también pueden aumentar el riesgo de ronquidos al dificultar la respiración mientras se duerme.
¿Qué hacer si tienes ronquidos y sospechas que podrías tener COVID-19?
Si tienes ronquidos y sospechas que podrías tener COVID-19, es importante que te hagas una prueba de COVID-19 lo antes posible y que consultes con un médico para recibir tratamiento y seguimiento adecuados.
Las medidas de prevención para los ronquidos durante COVID-19 son similares a las recomendadas para prevenir la propagación del virus en general. Estos incluyen:
- Lávate las manos con frecuencia con agua y jabón durante al menos 20 segundos.
- Usa mascarilla en público y en situaciones donde no puedas mantener una distancia física de al menos 6 pies (2 metros).
- Evita tocarse la cara, especialmente la boca, la nariz y los ojos.
- Practica el distanciamiento físico y evita las reuniones en grandes grupos.
- Mantén tu hogar y tus espacios de trabajo limpios y desinfectados regularmente.