El tema del cambio de horario sigue siendo una preocupación nacional.
Dos veces al año, los medios tocan el tema, pero los datos de cómo paliar los efectos que la alteración produce, no están demás. La neuróloga, Victoria Cargioli manifiesta que dichos cambios de hora siempre traen consigo una serie de variaciones. “La idea del cambio es que en los meses de invierno despertemos con luz, lo que también adelantará la llegada de la noche.
¿Sospecha tener algún trastorno del sueño?
Sin embargo, durante un tiempo nos levantaremos y acostaremos sin luz. Esto puede traer algunos trastornos como somnolencia diurna, dolores de cabeza, desorientación o falta de concentración y memoria”. Los más afectados son aquellos chilenos y chilenas que comienzan el día entre las 6 y las 7 de la mañana.
Ellos lo harán completamente oscuras e incluso llegarán así a sus trabajos. “Este período de adaptación que puede durar hasta 1 semana, puede ser difícil para algunas personas ya que andarán con mucho sueño en el día, pudiendo desorientarse y en algunos casos tener dificultades laborales o escolares” agrega Victoria Cargioli.
La población más sensible al cambio de horario La neuróloga también señala que los niños y las personas mayores son los más sensibles a los cambios de horarios. “Los lactantes pueden mostrar alteraciones en su alimentación y a los niños en edad escolar les costará más despertarse. En cuanto a las personas mayores, les cuesta conciliar el sueño durante la noche y suelen tener el hábito de despertarse más temprano”.
Para que el horario de invierno sea más llevadero, la especialista entrega una lista de recomendaciones sobre higiene del sueño para que el cuerpo sufra con el ajuste horario:
1) Acostarse desde el jueves anterior al cambio de horario 15 minutos más tarde todos los días.
2) Desconectar aparatos electrónicos antes de que oscurezca.
3) Luego del cambio de hora, evitar las siestas. De esta manera el cuerpo se acostumbra el nuevo ciclo de sueño de manera que la adaptación sea más rápida.
4) Comer un snack ligero antes de acostarse la noche previa al cambio de horario: al dormir una hora más habrá más hambre al despertar.
5) Evitar el consumo de bebidas energizantes o café. Este año el horario de invierno se acotó a un periodo de tres meses, desde mayo a agosto, para luego dar paso al horario de verano, donde al contrario de ahora, los relojes se deberán adelantar en una hora, prolongando el periodo de luz natural durante las mañanas y las tardes.
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