Terapia psicológica para el síndrome de la pierna caliente

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Publicado: 07-12-2023

El síndrome de las piernas inquietas (SPI), también conocido como enfermedad de Willis-Ekbom, es un trastorno neurológico crónico que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por la necesidad irresistible de mover las piernas, especialmente durante el descanso o la noche, debido a sensaciones incómodas y molestas en las extremidades inferiores. El SPI puede interferir significativamente con el sueño y la calidad de vida de quienes lo padecen. Si bien existen enfoques médicos para tratar este trastorno, la terapia psicológica también puede desempeñar un papel crucial en el alivio del malestar asociado.

Volver a descansar

Una de las formas en que la terapia psicológica puede ayudar a estos pacientes es mediante la educación. Muchas personas con este trastorno no comprenden completamente lo que está sucediendo en sus cuerpos y pueden sentirse abrumadas por las sensaciones desagradables en las piernas. Un psicólogo puede proporcionar información sobre el SPI, sus causas y cómo afecta el sistema nervioso, lo que puede ayudar a los pacientes a comprender mejor su condición.

¿Sospecha tener algún trastorno del sueño?

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las modalidades terapéuticas más efectivas en el tratamiento. Esta terapia se enfoca en identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento que pueden agravar los síntomas. Por ejemplo, las personas con SPI pueden experimentar ansiedad y preocupación relacionadas con sus síntomas, lo que puede empeorar la sensación de malestar. La TCC puede ayudar a las personas a desarrollar estrategias para manejar la ansiedad y reducir la atención que prestan a las sensaciones incómodas en las piernas.

La terapia también puede incluir técnicas de relajación y manejo del estrés. El estrés y la falta de sueño pueden desencadenar o empeorar los síntomas. Los psicólogos pueden enseñar a los pacientes técnicas de relajación, como la respiración profunda o la meditación, que pueden ayudar a reducir la tensión y mejorar la calidad del sueño .

El manejo de la higiene del sueño es otro componente importante en la terapia. Los psicólogos pueden trabajar con los pacientes para establecer rutinas regulares de sueño y promover un ambiente de sueño propicio. Esto puede incluir limitar la exposición a dispositivos electrónicos antes de acostarse y mantener un horario de sueño constante.

La terapia para el SPI es altamente individualizada, ya que los síntomas y las necesidades de cada persona pueden variar. El psicólogo trabaja en estrecha colaboración con el paciente para desarrollar un plan de tratamiento adaptado a sus necesidades específicas.

Si estás experimentando síntomas de SPI, considera buscar la ayuda de un profesional de la salud mental especializado en trastornos del sueño y el SPI para explorar opciones de tratamiento y mejorar tu bienestar.

Un tratamiento eficaz
depende de un buen diagnóstico

Última modificación: 07-12-2023