El asma es una enfermedad crónica que afecta las vías respiratorias, causando inflamación y estrechamiento de los conductos bronquiales. Esta condición puede provocar dificultad para respirar, tos, sibilancias y opresión en el pecho. Además de los síntomas respiratorios, se ha observado que el asma puede afectar la calidad del sueño y dar lugar a problemas de insomnio.
Varios estudios han encontrado una asociación entre el asma y el insomnio. Las personas que la padecen tienen un mayor riesgo de experimentar problemas de sueño , como dificultades para conciliar el sueño , despertares nocturnos y sueño no reparador. La dificultad para respirar y los síntomas pueden interferir con el sueño y dar lugar a un ciclo perjudicial de insomnio.
El insomnio puede tener un impacto negativo en el asma y empeorar los síntomas respiratorios. La falta de sueño adecuado puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar la respuesta inflamatoria en el cuerpo, lo que puede exacerbar la inflamación en las vías respiratorias y aumentar el riesgo de ataques de asma.
Un estudio publicado en la revista Chest examinó la relación entre el asma y el insomnio, encontrando que los pacientes con asma tenían una mayor prevalencia de insomnio en comparación con aquellos sin. Otro estudio publicado en la revista Sleep Medicine Reviews encontró que el insomnio era común en personas con asma y estaba asociado con un peor control del asma y una mayor gravedad de los síntomas respiratorios.
Existen diferentes estrategias que pueden ayudar a mejorar el sueño . Estas pueden incluir tomar medicamentos para controlar los síntomas del asma, evitar desencadenantes alérgicos, mantener un ambiente libre de alérgenos en el dormitorio, utilizar dispositivos de filtración de aire y adoptar hábitos de higiene del sueño .
Si tienes asma y experimentas dificultades para dormir, es recomendable buscar ayuda médica para desarrollar un plan de tratamiento adecuado y mejorar la calidad de tu sueño .